El Lecce busca ponerse por delante, disputar una "final" contra el Verona.

Entre Lecce y Verona, el sábado a las 15:00 (Abisso arbitrará), preveo un partido muy táctico, con ambos equipos estudiándose mutuamente y buscando no ceder terreno. Es un encuentro crucial para ambos. Una victoria supondría un importante paso adelante para el equipo de Salento, que se sumaría al ya conseguido gracias a su destacada actuación en Florencia. El Verona, por su parte, si se alza con el triunfo, prácticamente recortaría distancias con los equipos que actualmente se encuentran fuera de los puestos de descenso. En definitiva, los puntos en juego son valiosos, sobre todo porque la liga se interrumpe inmediatamente por el parón internacional, y hay una gran diferencia entre llegar a él con un resultado positivo o negativo.
El análisis lo realiza Daniele Cacia, dos exjugadores del partido, que jugaron en el Lecce, en la Serie A, en la temporada 2008/2009, y en el Verona en las temporadas 2012/2013 y 2013/2014, primero en la Serie B y luego en la Serie A. Además, debutó en Piacenza cuando Eusebio Di Francesco era uno de los más experimentados del equipo.
«Conozco bien al entrenador del Salento, con quien tengo una excelente relación», afirma Cacia. «Somos amigos y nos conocimos hace aproximadamente un mes, en la cena benéfica de la Fundación William Bottigelli en Piacenza, de la cual él es presidente y yo vicepresidente. El Lecce venía de una victoria en Parma, que les permitió recortar distancias importantes. Espero que el Salento se mantenga en la categoría, no solo porque fui jugador de la Roma, sino también porque Di Francesco se lo merece, tras las últimas temporadas decepcionantes, en las que trabajó bien pero no logró su objetivo de conservarse en el equipo. Ha llegado el momento de que cambie de rumbo: es un buen entrenador, con mucha experiencia y preparación, algo que demostró sobradamente al frente del Sassuolo y la Roma. Tengo la misma esperanza para el Verona, donde disfruté de dos temporadas maravillosas».
Cacia analiza la situación actual de ambos equipos: "Desde el punto de vista psicológico, el Lecce llega a Florencia sin duda en mejor forma, ya que venció a un equipo que atraviesa una crisis, pero que fue construido para lograr grandes éxitos. Lo hicieron con una actuación sólida, aprovechando al máximo sus oportunidades y luchando con uñas y dientes cuando tuvieron que apretar los dientes. En estas situaciones, la autoestima del equipo crece y trabajan en un clima de gran entusiasmo. El Verona, por otro lado, viene de una derrota en casa contra el Inter, en el tiempo de descuento, y cuando se pierde en la prórroga, incluso contra un equipo de primer nivel, siempre hay mucha amargura y la moral no puede estar alta. Los Scaligeri han logrado menos de lo que merecían hasta ahora".
Como exdelantero centro, le pedimos a Cacia su opinión sobre Nikola Stulic, quien aún no ha marcado, y Francesco Camarda, que anotó un gol y falló un penalti: "El serbio está jugando su primer partido en Italia. Viene de otro país y necesita tiempo para adaptarse al nuevo entorno. Sin embargo, todos esperan que un delantero marque, y cuando eso no sucede, es una carga. Yo lo pasé muy mal durante las épocas en las que no podía marcar. En cuanto al exjugador del AC Milan, tiene talento, pero todavía es un chico de 17 años que necesita que se le ayude a madurar gradualmente, sin presión. Su crecimiento también proviene de la alegría de marcar contra el Bologna y del penalti que falló contra el Napoli. Todo es experiencia."
El exdelantero reflexiona sobre sus años en Lecce y Verona: "Aficionados apasionados y ciudades preciosas. En Salento, las cosas fueron mal para el equipo, ya que descendimos, y a nivel individual, porque me fracturé el peroné. En Veneto, logré el ascenso y tuve una experiencia maravillosa en la Serie A como asistente de Luca Toni, terminando décimos".
La Gazzetta del Mezzogiorno



